Operacion Chavin de Huantar 22 de abril 1997





D. OPERACIÓN DE RESCATE

La operación de rescate de rehenes más exitosa del mundo, fue realizada por comandos del Ejercito Peruano.


La Operación Chavín de Huántar fue una operación militar del gobierno del Perú liderada por el entonces presidente Alberto Fujimori para rescatar rehenes de manos de miembros del MRTA durante la Crisis de la Residencia del Embajador del Japón en el Perú en 1996. Dicha operación está considerada como una de las más exitosas en el rescate de rehenes, aunque ha recibido críticas por la supuesta ejecución extrajudicial de algunos de los terroristas.


INCURSIÓN DEL MRTA EN LA RESIDENCIA DEL EMBAJADOR DE JAPÓN


El 17 de diciembre de 1996, en horas de la noche, se desarrollaba una reunión en la residencia del embajador de Japón, Morihisa Aoki, en conmemoración del aniversario del natalicio del Emperador Japonés Akihito, a la que habían asistido aproximadamente seiscientas personas, entre ellas magistrados de la Corte Suprema, congresistas, ministros de Estado, altos mandos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, diplomáticos y políticos, además de otras personalidades.


Mientras tanto, catorce integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) descendieron de una ambulancia, supuestamente de “Alerta Médica”, estacionada frente a la Oficina de un Organismo No Gubernamental (ONG) de Cooperación Técnica Alemana, colindante con la residencia japonesa.


Los integrantes eran:
Néstor Fortunato Cerpa Cartolini (c) “Evaristo”
Roli Rojas Fernández (c) Arabe”
Eduardo Nicolás Cruz Sánchez (c) “Tito”
Luz Dina Villoslada Rodríguez (c) “Gringa”
Alejandro Huamaní Contreras
Adolfo Trigoso Torres
Víctor Luber Luis Cáceres Taboada
Iván Meza Espíritu
Artemio Shigari Rosque (c) “Alex” o “Cone”
Herma Luz Meléndez Cueva (c) “Cynthia”
Bosco Honorato Salas Huamán
Salomón Víctor Peceros Pedraza
Y otros dos que hasta la fecha no han sido identificados.


A las 20:00 horas, aproximadamente, el grupo de subversivos, armado con fusiles Kalashnikov (AKM), pistolas ametralladoras UZI, lanza cohetes RPG, pistolas, revólveres, granadas de mano, explosivos y máscaras antigás, entre otros equipos militares, ingresó al interior de la mencionada ONG y abrió un forado en la pared colindante con la residencia utilizando fuertes cargas explosivas. Luego ingresaron por el enorme hueco y procedieron a reducir al personal de seguridad y tomar como rehenes a todos los invitados.


Una vez controlada la situación, los sediciosos dieron a conocer sus demandas utilizando como medio a uno de los rehenes liberados:


a) La liberación de los miembros del MRTA encarcelados -que se estimaron en 458 hasta ese momento.
b) Cambios en la política económica.
c) Que los miembros del MRTA liberados y los integrantes del grupo que ocupaba la residencia fueran trasladados a la selva central.
d) el pago de un “impuesto de guerra”.


Proceso de negociaciones


El proceso de negociaciones con los miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, que tomaron la residencia del embajador de Japón, Morihisa Aoki, duró cuatro meses y cuatro días. Se inició una hora y veinte minutos después del asalto a dicha residencia, al ser liberadas 106 personas, en su mayoría mujeres de avanzada edad, entre ellas la madre y la hermana del ex presidente Alberto Fujimori Fujimori.


A la medianoche del 17 de diciembre de 1996, el ex Presidente Alberto Fujimori convocó a su gabinete ministerial a una reunión de emergencia, designándose como representante del gobierno para las negociaciones al Ministro de Educación, Domingo Palermo(1). Una hora después El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) logró comunicarse con los emerretistas ofreciendo su intermediación humanitaria.


En horas de la tarde del día 18 de diciembre, fueron liberados los embajadores de Canadá, Alemania y Grecia, así como un diplomático peruano y el Agregado Cultural de Francia. Se conformó la Comisión Negociadora, presidida por Domingo Palermo, con el fin de buscar una solución pacífica en la liberación de los 490 rehenes. Esa misma tarde fueron liberadas cuatro personas de avanzada edad.


El día 20 de diciembre, en horas de la mañana fueron liberadas 38 personas, entre ellas los embajadores de Egipto, de Corea del Sur, de Brasil, el alcalde del Callao, el ex candidato presidencial Alejandro Toledo y el congresista Javier Diez Canseco. Este último informó que se había suspendido la comunicación con los emerretistas, quienes daban hasta el mediodía para que los efectivos policiales se retirasen a una distancia de 100 metros a la redonda, de lo contrario, amenazaron asesinar a un rehén(2).


Los medios de comunicación informaron de que el presidente Alberto Fujimori estudió la posibilidad de indultar a 30 o 40 militantes del MRTA con el fin de avanzar a una solución, quienes serían canjeados por un número igual o mayor de rehenes. La lista estaría conformada por emerretistas que no hubieran cometido homicidios y cuyas condenas se cumpliesen en los siguientes tres o cuatro años(3).


Paralelamente, la comisión negociadora ofreció a los emerretistas un avión para que abandonen el país, evitando así un enfrentamiento de resultados impredecibles. Por su parte, los emerretistas planteaban la liberación selectiva de los presos de su organización exigiendo la excarcelación de los líderes recluidos en el penal de Yanamayo y en la Base Naval del Callao(4).


El 21 de diciembre, un canal de televisión local logró comunicarse con el cabecilla Néstor Cerpa Cartolini, quien anunció que liberaría a más rehenes pero mantendría como prisioneros a las personalidades involucradas con el gobierno.


El ex Presidente de la República Alberto Fujimori, en mensaje a la Nación, señaló que su gobierno no estaba dispuesto a aceptar la fuerza de un comando terrorista sobre veintitrés millones de personas, que no se podía hablar de paz ni de acuerdo mientras se utilizaba al terror como principal argumento.


El 22 de diciembre, fueron liberados 225 rehenes, entre ellos tres embajadores, empresarios, economistas y el ex ministro de Trabajo, Eduardo Saberbeín quien leyó un comunicado en el que los emerretistas se negaban a deponer las armas.


El 23 de diciembre, el congresista Fernando Olivera del Frente Independiente Moralizador (FIM) informó que Cuba podría ofrecer asilo político a los subversivos del MRTA. El 24 de diciembre fue liberado el embajador de Uruguay, Tabaré Bocalandro.


El 25 de diciembre, el monseñor Juan Luis Cipriani ingresó por primera vez a la residencia y logró la liberación del primer secretario de embajador de Japón, Kenji Hirata. Al día siguiente fue liberado el embajador de Guatemala, en reconocimiento al Acuerdo de Paz que firmarían la guerrilla y el gobierno guatemalteco.


El 28 de diciembre, se produjo la liberación de 20 rehenes más entre los que figuraban embajadores, dos ministros, cinco congresistas, magistrados de la Corte Suprema, funcionarios y jefes militares.

En horas de la mañana del mismo día, el Delegado del CICR, Michel Minnig, el monseñor Juan Luis Cipriani y el ministro de Educación, Domingo Palermo, después de sostener una reunión con los representantes del MRTA en la casa de operaciones, ingresaron a la residencia del embajador japonés y lograron liberar a cuatro rehenes más, entre ellos el presidente de la Asociación de Exportadores (Adex), Enrique Penndavis. Este último anunció que los emerretistas liberarían 20 rehenes más.


El 31 de diciembre, fueron liberados dos rehenes más. El 1º de enero de 1997 el comando del MRTA, liberó a siete rehenes, cuatro de ellos de nacionalidad japonesa.


La liberación de dichos rehenes parecía haber abierto el camino para una solución negociada que hasta el momento se había estancado; sin embargo, Néstor Cerpa insistió en su pedido inicial de liberación de más de 400 emerretistas presos.


En una conferencia de prensa, el representante oficial del gobierno, Domingo Palermo, propuso llevar a cabo las negociaciones en el marco de una Comisión de Garantes, pues el MRTA no aceptaba dialogar hasta que se tomaran algunas decisiones con respecto a la liberación de los subversivos presos. Néstor Cerpa la aceptó pero solicitó la incorporación de dos representantes extranjeros, admitiendo por primera vez que su demanda de liberación de los emerretistas presos era un punto negociable.


Hacia finales de enero, creció la tensión por la súbita rigidez en los pronunciamientos del gobierno peruano y del grupo subversivo, por maniobras de la Policía (vuelos nocturnos de helicópteros, música estridente) que fueron respondidas con disparos por los emerretistas, e inclusive por algunos desacuerdos entre el CICR y los voceros del gobierno. Para entonces aún quedaban 72 rehenes.


En el mes de febrero se realizaron ocho reuniones entre los representantes del gobierno y el grupo emerretista, en algunas de las cuales participó el propio Néstor Cerpa.


A inicios del mes de marzo, el ex Presidente de la República Alberto Fujimori visitó la República Dominicana y Cuba con el fin de indagar lugares que podrían recibir a los subversivos, en una eventual salida del Perú. (Hasta la actualidad se desconoce los puntos tratados en las visitas realizadas de Alberto Fujimori)


El 6 de marzo, Néstor Cerpa anunció la suspensión de las conversaciones con el gobierno al descubrir que las fuerzas del orden habían cavado un túnel para ingresar violentamente a la residencia.


El 12 de marzo se sostuvo una reunión más entre el interlocutor del gobierno y los representantes del MRTA, con lo que se reanudó el diálogo suspendido días atrás. El 13 de marzo la Comisión de Garantes sostuvo su primera reunión por separado con Néstor Cerpa Cartolini y Roly Rojas, para intentar flexibilizar la posición del grupo armado, luego se inició la primera reunión por separado de la Comisión de Garantes con el interlocutor del gobierno.


El 21 de marzo, la Comisión de Garantes formuló un llamado al gobierno y al MRTA. El monseñor Cipriani afirmó: "Nuestro límite está llegando a un posible punto final". Néstor Cerpa no acogió la idea de un asilo en Cuba e insistió en la liberación de sus camaradas. Asimismo, anunció la suspensión del diálogo acusando a las fuerzas del orden de preparar una incursión a la residencia, mediante un túnel.


El día 22 de abril de 1997, se tomó la decisión de intervenir la residencia. En la evaluación del Gobierno, se había llegado a una situación límite en la que los subversivos no iban a ceder pacíficamente.
_______________________________________________________________________
Fuentes
1) Diario La república 18 de diciembre de 1996
2) Diario La República 21 de diciembre de 1996
3) Diario La República 19 de diciembre de 1996
4) Diario La República, 20 de diciembre de 1996




LOS COMANDOS



Presionados por los acontecimientos y por el ridículo que habían hecho las fuerzas de seguridad, Fujimori y su "general victorioso" Hermoza Rios ordenaron la organización de una fuerza militar capaz de hacer frente a esta crisis.



Los hombres elegidos fueron seleccionados rigurosamente. Debían tener entrenamiento comando, de preferencia con experiencia en combate real y expertos en su especialidad.
Así, se unieron varios FOES de la marina de guerra, algunos de ellos veteranos de la guerra del Cenepa, en la que participaron con miembros del ejército y la FAP en la exitosa toma de Base Sur y de Cueva de los tallos, ademas de sostener duros enfrentamientos en Coangos y Tiwinsa sin recibir una sola baja.
También estaban los integrantes de la DIFE del ejército con toda una pleyade de heroes y casi 20 años de experiencia en acciones de guerra, desde la nítida victoria de Paquisha contra Ecuador, pasando por la guerra del Cenepa, y la derrota de Sendero Luminoso. Ahora con sus compañeros de la GRUFE de la fuerza aérea se prepararon minuciosamente para dar la estocada final al MRTA.


Los entrenamientos, la preparación, el analisis de inteligencia y la excavación de los tuneles fueron minuciosamente planeados. Después de muchos días de ensayar cada paso del ataque en una réplica de la residencia del embajador japones, los comandos rivalizaban en hacer cada vez más rápido y mejor sus movimientos. Este entrenamiento permitió probar decenas de formulas de ataque y ensayar la manera perfecta de rescatar a los rehenes sin sufrir bajas.


 









Poco a poco estos 140 oficiales, resueltos a "vivir venciendo o morir matando" adoptaron a sus compañeros como su segunda familia, compartiendo profesionalismo y sacrificio.


A las 2:30 de la tarde del 22 de abril de 1997 los comandos tomaron pocisiones de combate en los túneles esperando la explosión que daba inicio al asalto final . Intercambiaron miradas deseandose suerte. Agazapados en el más absoluto silencio, ninguno de ellos dudo en la victoria final.


LA ESTRATEGIA
  1. La vida de los rehenes es la prioridad absoluta.
  2. No solo se sorprendería a los terroristas, se sorprendería al mundo. El secreto por tanto sería absoluto. 
  3. Sólo se asaltaría la residencia de fracasar la negociaciones con los subversivos. Se buscaría sin embargo la participación de los rehenes hasta donde fuera posible para labores de inteligencia, tanto pasiva como activa.Se construiría una réplica de la casa del embajador para ensayar una hipotética solución militar.Se "infiltraría" y se sembraría la residencia con microfonos, así como se vigilaría de día y de noche a los terroristas para conocer sus rutinas.
  4. Se asaltaría el objetivo desde todos los puntos posibles, incluyendo el asalto subterraneo y el aerotransportado ( Se cambió después por un ataque menos complicado usando escaleras )
  5. Para agotar psicologicamente al grupo terrorista y camuflar el sonido de las excavaciones se usarían parlantes y música a todo volúmen, según modelo tomado del asedio y captura al dictador panameño Manuel Antonio Noriega.
  6. Sólo se usarían granadas de estruendo no letales, pistolas reglamentarias del ejército Browning 9mm BDA, subfusiles Herstal P-90, y Heckler&Koch MP-5, fusiles AK-47, Uzis, y Galils, según el arma que acomode mejor a cada oficial. Adicionalemente cada comando estaría equipado con máscaras antigas, chalecos blindados, gafas protectoras, y en el casco una cinta adhesiva color verde intenso para distinguirse en un golpe de vista.
  7. Se ordeno repartir entre los rehenes camisas blancas, enviadas discretamente "por los familiares". En realidad las enviaban los estrategas militares.
LAS ARMAS DEL TERRORISMO


En general este grupo terrorista estaba tan bien equipado como cualquier soldado regular de un ejército latinoamericano común, y estas armas estaban pensadas no sólo para soportar un largo asedio, sino además para rechazar el hipotético ataque de un vehiculo blindado.



Cada uno de los integrantes del MRTA poseía :
  • Un fúsil Kalashnikov AK-47
  • Pistolas de cacerina de distintos tipos
  • Grandas Tipo "piña" y "palta".
  • Cuchillos de combate
  • Equipos de comunicación "walkie talkie"
  • Una máscara antigas
  • Por lo menos un RPG-7 ( Rocket Propeled Granade ) "bazooka" antitanque rusa.
  • Minas para sellar puertas.
  • Trampas improvisadas "cazabobos" para ventanas.
Uno de los objetivos del asalto sería entonces impedir mediante la sorpresa y la velocidad, el uso de estas armas en espacios tan restringidos como el interior de una vivienda. Pocas cosas sobreviven a la explosión de un proyectíl RPG, mucho menos, dentro de una habitación.


En esas condiciones los expertos europeos y norteamericanos consideraban que un 20% de muertos entre los rehenes serían una cifra "aceptable".